No me gusto, pero me comprendo y, a veces, hasta me perdono.
Reflexiono siempre profunda e intensamente hasta que un impulso inesperado rompe todo lo previsto.
Reflexiono siempre profunda e intensamente hasta que un impulso inesperado rompe todo lo previsto.
Hubiera preferido ser una chica mala, pero soy fiel hasta el hartazgo.