domingo, 26 de mayo de 2013

CARTA DE DISCULPA A LADY VENOM

            Estimada amiga Lady Venom: 

         Después de reflexionar detenidamente durante varios días, he decidido que ya es hora de decir la verdad. Créame que lamento profundamente el dolor que le voy a causar, pero no puedo seguir callando por más tiempo. Debo corregir mi pasado para que me deje de perseguir eternamente.

          Hoy, 21 de marzo de 1902, hace diez años que su querido hermano, sir Snake, murió después de una larga y penosa enfermedad. Sé que esta muerte lejos de causarle dolor, la proporcionó el consuelo que tanto necesitaba. Su hermano dedicó gran parte de su existencia a impedir que se relacionara con ningún hombre. Cada vez que un pretendiente se la acercaba, él procuraba desencantarla buscando turbios y ocultos intereses económicos. Y si no conseguía así la separación, la amenazaba con un inevitable suicidio provocado por la inmensa melancolía ante su ausencia. De este modo, llegó usted al final de sus años casaderos sin poder contraer matrimonio. Por eso usted le administró veneno en pequeñas dosis durante varios meses sin ningún remordimiento. 

            Mientras sufría los daños de su desaprensivo hermano yo, su fiel novia secreta, soportaba todos sus desaires en silencio, esperando que por fin me pidiese en matrimonio. Sé que usted no sabía nada de mi relación con él. Su hermano decía que usted sufría la enfermedad de la tristeza y que no podría soportar nuestro matrimonio. Estaba tan enamorada que nunca perdía la esperanza de que algún día usted superaría su enfermedad. Así que aquel 21 de marzo de 1892 en una de las visitas que yo, como amiga de su familia, realizaba a su casa, vertí en el vaso de agua que su hermano tenía en su mesilla junto a la cama, una pócima mortal. 

            Pero mi querida amiga no es este el motivo del dolor que le voy a causar. El espantoso secreto que voy a desvelar es que no fueron sus pacientes y repetidos cuidados, ni siquiera mi actuación final lo que causó su muerte. Sir Snake murió asfixiado a manos de su amante secreto, el mayordomo, que afligido por la vergüenza y ante las continuas humillaciones, decidió acabar con su vida de una forma más eficaz que el veneno que también él le administraba en el té de las 5. Le ruego me disculpe haberla provocado esta decepción.

             Mary Spider

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